El cava se afana en adueñarse del mercado, restándole cuota de mercado al champagne a nivel internacional.

El pasado año, como en los tres años anteriores, han circulado en el mercado mundial más embotellado de cava que de champagne, por lo que vemos confirmada que este producto español superará las adversidades de la crisis actual por su excelente relación calidad – precio.

Los fieles al cava confirman que esta marcha de reemplazo entre ambos productos es imparable; este hecho se plasma como una venta de cava por encima de la de champagne aproximadamente de 12 millones de botellas. Suponiendo un crecimiento de un 5%.

Esta cifra recoge las ventas de tres millones y medio de botellas de champagne en el mercado nacional el pasado año, marcándose desde 2007 un decremento continuado siendo en el intervalo 2011-2012 de un 0,3%. El declive de la burbuja inmobiliaria se vertió en un descenso de consumo de champagne. Ocupando España la novena posición en el consumo de espumoso francés. En contraposición, tenemos el acrecentamiento que está teniendo lugar en Francia, donde en el mismo intervalo (2011-2012) se produjo un auge de un 8,31% de botellas.

En el último lustro se han duplicado las ventas del espumoso español en Francia, siendo con respecto al pasado año una suma de 4,3 millones de botellas, quedando Francia como sexto mercado internacional para el cava.

Aún así, la producción de champagne es mucho más poderosa que la de cava, debiendo se esto a la fuerte presencia de consumo interno. Estando por el contrario, presente el hecho que en ambos productos, se ha experimentado un descenso de consumo en el país de origen.

Internacionalmente, ambos producto compiten prácticamente en los mismos lugares (Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Bélgica y Japón).

Es de interés destacar que el cava y el champagne sufren la misma elaboración, denominada “champenoise”. Esta se basa en someter a vino a una segunda fermentación en botella. Pero, las uvas que se utilizan para ambos productos tienen características diferentes por los condiciones geográficas que cada una de ellas experimenta, dando como resultado un producto totalmente diferente.

El “chauvinismo” que desprenden los franceses suma a la defensa de un producto originario, que pueda ser enseña del país internacionalmente. No actuando de igual modo el conjunto español.

Es además de interés destacar, la costumbre afianzada en el territorio francés de consumir champagne asiduamente, y no solo en celebraciones y fiestas navideñas. Siendo por ello, la disparidad de consumo nacional (lo contrario sucede con los vinos a granel).

Afortunadamente en España encontramos cava de calidad en diferentes zonas geográficas, como pueden ser: Cataluña (Penedés), Valencia (Requena), la Rioja (Haro y Grávalos),  Navarra (Mendavia), Extremadura (Tierra de Barros y Comarca de la Plata), Burgos (Aranda del Duero) y Aragón (Arizo, Cariñena, Calatayud y Jarque). Siendo todo el conjunto un largo recorrido por descubrir.